Secondo momentazo per il terzo giorno: El Retorno del Maestro

En la Fontana di Trevi todo visitante que se precie lanza su moneda para tener la esperanza de volver a Roma algún día. Se cuenta que se recoge un millón de euros anuales y que desde 2007 se dedica este dinero a la beneficencia. Esta tradición es relativamente reciente, surge en 1954 gracias a una película titulada "Tres monedas en la fuente" en la que se dice:

- Si arrojas una moneda: volverás a Roma.

- Si arrojas dos monedas: encontrarás el amor con una atractiva italiana (o italiano).

- Si arrojas tres monedas: te casarás con la persona que conociste.

Para que esto funcione es recomendable lanzar la moneda con la mano derecha sobre el hombro izquierdo.

En esas estaba nuestra incombustible alumna Mª Inés de Gomar cuando apreció que una señora se disponía a lanzar su moneda. Ni corta ni perezosa nuestra amiga Mª Inés se dirigió a la buena mujer diciéndole: Señora, lo está usted haciendo mal, porque mi maestro me ha dicho que tiene que lanzar la moneda con la mano izquierda por encima del hombro derecho... y eso es así porque:

"¡¡¡mi maestro ha vuelto!!!"

¡Para una vez que le hacen caso al maestro va éste y se equivoca!

Primo momentazo per il terzo giorno: ¿Que hay de nuevo Moi?

¡Aaah dónde ha quedado el usted!. Antes a las personas mayores o a los grandes hombres se les trataba de usted. Era muy común llamar de usted a cualquier desconocido hasta que la persona interesada te indicaba "apéeme el tratamiento" que equivalía a "tutéeme". Sin embargo los tiempos han cambiado que es una barbaridad, ahora se tutea a todo el mundo, incluso a los genios. Eso mismo es lo que nos pasó con Miguel Ángel el gran genio del Renacimiento. Acudimos a visitar una de sus obras cumbres El Moisés en la pequeña iglesia de San Pietro in Víncoli. Allí nuestros alumnos, haciendo uso del tuteo más absoluto, protagonizaron il primo momentazo per il terzo giorno. Al ver la imponente escultura de Miguel Ángel alguien exclamó:

"es er Moi del Migue ¿no?"



Paloma y Carlos ante la obra del Migue

Quinto momentazo il secondo giorno: La Plaza de ¿qué?

¡Qué maravillloso espectáculo contemplamos en nuestro destino! Nuestra visita coincidió con la clausura del carnaval romano y presenciamos un inenarrable castillo de fuegos artificiales. La Piazza del ¿ ? y aquí está el quinto momentazo ¿cómo narices se llamaba la plaza en la que estábamos. Que el italiano lo tiene abandonado nuestro sistema educativo es de sobra conocido, pero que nuestros alumnos tengan tanta dificultad en decir Pópolo es ya preocupante. La pobre plaza quedó bautizada con cientos de nombres, ninguno el correcto:

"Plaza del Popolo, del popoló, del pupulo, del pollo..."

Quarto momentazo il secondo giorno: El metro supersónico

Por fin optamos por salir a visitar la Piazza del Pópolo aunque sólo un pequeño grupo ya que algunos, ¿cansados?, prefirieron quedarse en el hotel. Como medio de transporte nos decidimos por el metro que, en Roma, es realmente cómodo y sencillo de manejar ya que tiene sólo dos ramales. Después de todas las operaciones pertinentes, sacar el billete, pasar los tornos y esperar nos encontramos por fin circulando camino de nuestro destino. Entonces llegó el momentazo estelar de la noche protagonizado por Pilar Delgado:

"Ya cuando el metro salga a la calle, después de estas paradas, empieza a correr más ¿no?"

Imagen del metro de Roma superando la barrera del sonido

Quarto momentazo il secondo giorno: Benito y Compañía

Ya en el hotel, descansando y decidiendo si ir o no ir a la Piazza del Popolo, se produjo otro momentazo mágico. Estábamos planificando e informando a los alumnos sobre el programa del día siguiente. Comenzamos a explicarles que estaba prevista la visita al Vaticano y les indicábamos los horarios de desayuno, salida etc. Mª. Inés de Gomar, en plan Maruja, con sus dos deditos al lado de la boca y moviendo reiteradamente la cabeza de un lado a otro soltó una nueva perla:

"A mí el Benito ese no me gusta"

Expresión de Mª. Inés al hablar del Papa
Benedicto XVI alias "el Benito"

Terzo momentazo il secondo giorno:La paz es el camino

Durante esta agotadora secondo giorno hubo tiempo para andar, andar y andar. Ya anocheciendo, agotados, hambrientos y sedientos cual camellos en el desierto, encontramos una tienda de las que en tiempos llamábamos de ultramarinos y ahora se denominan del "desavío". Allí, en la vía Cavour, nuestros cansados alumnos compraron de todo y, en la misma puerta, degustaron tan suculentos manjares pero ¿adivinen dónde fueron a parar los envoltorios? efectivamente la acera quedó rápidamente alfombrada de papelillos diversos. El profe Carlos comenzó su momentito de ira de todos los días y comenzó a repartir dardos verbales a diestro y siniestro, no dejando títere con cabeza. La señorita Mª. Inés de Gomar también recibió lo suyo pero respondió con la frase del día:

"Carlos, Carlos, cuidadito conmigo, AGRESIVIDAD CERO"


Paz, amor y... limpieza

Secondo momentazo il secondo giorno: Tú lo que quieres es que me coma el tigre

El Coliseo, ¡ah il Colosseo! qué maravilla, quién estuviera aún allí presenciando su belleza, su majestuosidad, imaginando cuántos hombres murieron entre sus paredes para que otros se divirtieran (cuentan que su inauguración duró 100 días y según Dión Casio murieron 9000 animales salvajes). Cerca de 50.000 personas "disfrutaban" del espectáculo. Aún hoy sobrecoge pensarlo. Algo así debió sentir el protagonista de nuestro secondo momentazo de la secondo giorno, el ínclito Gabriel Pandolfo que sobrecogido por el espectáculo creyó ser por un momento Gladiator y a voz en grito nos dijo:

"Pero... ¿todavía hay leones aquí?"

No sabemos con qué aviesa intención nos interrogó si para salir corriendo o para, cual maletilla, saltar a la arena a enfrentarse a pecho descubierto con las fieras. El caso es que quizás aún vaguen por il Colosseo el espíritu de los miles (se dice que entre medio y un millón de personas murieron en su arena durante los siglos que estuvo en uso) de gladiators que allí murieron.